Y
ser flamenco es cosa:
es
tener otra carne, alma,
pasiones, piel, istintos y deseos;
es
otro ver el mundo, con el sentido
grande;
el
sino en la conciencia, la musica
en los nervios,
fiereza
indipendiente, alegria con
lagrimas,
y
la pena, la vida y el amor sombreciendo;
odiar
lo rutinario, el metodo que castra;
embeberse
en el cante, en el vino y los
besos;
convertir
en un arte sutil y de capricho y
libertad, la vida;
sin
aceptar el hierro de la mediocritad;
poner
todo en un invite, saborearse,
darse, sentirse, vivir!
Eso.